Todo arrancó el día en que decidí dejar mi trabajo e independizarme con mi pareja, con una tarjeta de crédito la cual contaba con un cupo de $1,200,000 para comprar 2 bicicletas

Entregamos las bicis en el apartamento de mi familia literalmente en el apartamento Como no teníamos quien ensambla las bicicletas, realice un curso de mecánica. Luego realizamos una sociedad a corto plazo con alguien y arrendamos un apartamento donde vivíamos y allí mismo teníamos las bicicletas

Detrás, de esta cortina estaba nuestro dormitorio. Aquí nos pusimos bellos para intentar cerrar un convenio con una empresa que brinda créditos de consumo, pero… por la ubicación y los montos en ventas que manejábamos nos lo negaron, eso sí, siempre positivos, “en algún momento saldrán” nos dijimos

Después de pandemia, decidimos abrir nuestro local al público, fue como un lanzamiento al vacío. Después de un tiempo, ya logramos los convenios para el crédito de bicicletas, contamos con una persona en la mecánica y 2 vendedores. siempre hay que dar el primer paso que es el más importante y si o si mantenerse firme y positivo porque siempre van a existir las pruebas quieras o no quieras.